miércoles, 27 de octubre de 2010

"Yo no he sido"

Las mentiras tienen patas cortas...
     Cuando un niño dice: "yo no he sido", para el pequeño suele significar: "No tenía la intención de hacerlo".

     La “mentira” se utiliza como la negación de una mala intención, y no como la negación del hecho en sí. Es como si el pequeño dijese: "He hecho algo malo, pero yo no soy malo".

     Es como si negase que ha sido torpe e incapaz. Se trata de una invitación a no insistir en la travesura que ha cometido".

     El "yo no he sido" esconde tres necesidades fundamentales: evitar el castigo, borrar la culpa y reafirmar su independencia.

    Constituye un mecanismo reparador que el niño pone en marcha para aumentar y conservar su autoestima
Con las primeras mentiras, el niño descubre que posee una mente propia, una identidad privada y secreta para los demás.

    Según los psicólogos, ésta es una fase crucial en el desarrollo de los límites del Yo y del concepto de sí mismo.

      Al poseer un secreto, el niño sabe que tiene algo exclusivamente suyo y privado, y de este modo llega a la percepción de sí mismo como individuo.

     Hasta que cumplen los seis años, los niños están desprovistos de capacidades lógicas y mentales que permiten falsear la realidad voluntariamente.

     También hacen uso de artificios muy simples. No esconden ningún elemento ni lo sustituyen por otros, porque carecen de la capacidad de abstracción, es decir, de la posibilidad de trabajar con símbolos, habilidad que se adquiere con el aprendizaje de las funciones numéricas y de la geometría.


     Carente de sofisticación intelectual, la única mentira que el niño es capaz de presentar consiste en la negación de la realidad

1 comentario:

  1. si, si, como no,la mejor historia de este tipo que recuerdo es la de mi hijo mas pequeño , que un cierto dia caminaba por el patio de la casa entre un mar de moscas , cuando viene a mi y me dice, en su media lengua,"estas homigas no me dejan",el tema era que las "homigas",le acosaban las manos, directo a las cuales fui yo y oh, sorpresa estaban embadurnadas en una capa de dulce de leche, en una mezcla con arena y materiales varios. Obviamente ante la pregunta de,¿que es esto?, "no se" fue la respuesta, acto seguido fuimos hasta la heladera y al ver el pote del dulce con unas marcas como garras de oso en la superficie, me miró con ojos gigantes y me dijo levantando las manos mostrandome las palmas,"yo no escribi en ese tarro".

    ResponderEliminar