miércoles, 1 de febrero de 2012

Aprendizaje bilingüe

     La Sicóloga y orientadora del Centro Educativo Salliver, ha realizado este trabajo para El Búho, periódico que este centro edita cada trimestre.

     En él, Cristina Herreros García nos muestra un panorama muy especial en cuanto al comienzo del aprendizaje de una segunda lengua.

      Hoy en día, con el desarrollo y el avance de la humanidad, son mayores los requisitos que se nos piden para estar al día en nuestra sociedad.

     Es importante que todos estos avances se vayan integrando en la cotidianidad de los más pequeños.

      Así como por ejemplo, nadie duda de lo imprescindible que resulta facilitar el manejo y el acceso a las nuevas tecnologías, tampoco debería ser extraño pensar en lo fundamental que resulta el aprendizaje de uno o varios idiomas.

     Sin embargo, estando clara esta premisa, todavía en la actualidad, muchos son los frentes que se abren en las familias cuando tienen que decidir inmiscuir o no a sus hijos, en una educación bilingüe.

     Todavía asaltan muchas dudas, debido principalmente, a la inseguridad que puede provocar en los progenitores el plus de dificultad que supone para sus hijos el aprendizaje de una lengua que, en multitud de casos, los padres no conocen.

     Varios estudios filológicos; como los de Urrutia, Hernán, Luis Candia, María D. Martínez y Francisco Milla que muestran que la educación bilingüe mejora el rendimiento global del alumno, u otro de la Universidad de Granada, que manifiesta que mejora la atención y la capacidad memorística del alumno, también se muestran en acuerdo en que cuanto antes se introduzca un segundo idioma en el aprendizaje, más fácil y rápido será su interiorización.

      La educación bilingüe, por tanto, bien a través de los padres o del colegio, es una muy buena opción.

      En términos de plasticidad biológica, los niños pequeños pueden aprender un idioma más rápido y más fácilmente que los adolescentes o los adultos.

      Por tanto, mientras más expongamos al niño en contacto con el segundo idioma (casa, colegio, hermanos…), más rápido lo aprenderá.

      Los niños ofrecen menor resistencia a entender mensajes sencillos en otros idiomas y a reproducirlos posteriormente, así como a imitar otros sistemas fonológicos.

¿Retrasa el bilingüismo el desarrollo del habla de un niño? 

     En algunos casos, aprender dos idiomas simultáneamente puede enlentecer el desarrollo del lenguaje, en comparación con los niños monolingües.

Los lingüistas afirman que los niños bilingües pueden invertir el orden de las palabras de una oración, pero al igual que los niños que hablan un solo idioma, entenderán lo que quieren decir.

Asimismo, la corrección siempre debe ser sutil para que el niño no se inhiba.


El niño logra estructurar su lenguaje materno en el período que va de uno a tres años, mediante procesos de reconocimiento del lenguaje de su alrededor, primero escuchando y entendiendo más que conversando.

     A los tres años logra estructurar su lengua materna, este es el instante en el que está capacitado para aprender otra lengua.

     En algunos casos, y dependiendo del contacto que haya tenido el niño con una segunda lengua o la tardanza en la adquisición de la lengua materna, no resulta conveniente enseñar una segunda lengua antes, ya que el niño puede confundir el aprendizaje no decantarse por una sola lengua y puede mostrar retrasos en su proceso comunicativo.

     Incluso puede presentarse la necesidad de recurrir a terapia con un logopeda por problemas de estructuración de oraciones o pronunciación entre otros, siendo situaciones puntuales.

     Muchas veces, estos casos son mal diagnosticados como problemas de lenguaje cuando en realidad el único problema que existe es una simple debilidad en la pronunciación.

     Una buena forma de iniciarlos en la segunda lengua, es atendiendo a los gustos e intereses de los niños, juegos, canciones, cuentos en otros idiomas.