martes, 12 de diciembre de 2017

CERTEZA Y CONVICCIÓN...

REAL SENTIMIENTO...

“Conocer la verdadera razón de existir, es el anhelo de todo investigador de la vida.
 El conocimiento como base de nuestro accionar, no debe condicionar la naturaleza vital del instinto natural.

     Somos todo aquello que debemos ser, un ir y venir constante de experiencias y vivencias basadas en nuestro diario vivir, acompañado de estímulos constantes que nos llevan a recrear a cada instante verdaderas proezas sistemáticas del placer, contrapuesto a decepciones y fracasos.

      El eslabón fundamental de cada acción es sin duda nuestro mundo interior, ese que decimos dominar pero que no reconoceremos nunca no saber nada de él.

     Quien contrae el músculo de la felicidad, debe entender que la angustia y el remordimiento son verdaderos luchadores y supervivientes del proceso constante de la vida y que solo aplacando su lucha podremos ejercer todo nuestro control sobre ellos.

     El destino final de todo caminante siempre está al término de ese camino que ha decidido transitar y solamente él sabrá cuál es y donde se encuentra, mientras tanto la irresponsabilidad junto a la ignorancia y la precipitación, intentarán que el caminante se desvíe, tomando formas diferentes y tentadoras con el afán de dañar ese objetivo final, pero solamente las herramientas más inverosímiles podrán diseñar y elaborar construcciones lo suficientemente fuertes para contrarrestar ese ataque constante y sin fin.

     La verdadera fuerza radica en la debilidad de nuestro oponente, si somos capaces de encontrarla sabremos como salir airosos en cada enfrentamiento, pero para fortalecernos debemos serenar cada resultado buscando nuestra propia debilidad, porque en definitiva no somos infalibles y la perfección es un lujo imposible de alcanzar ya que todo es perfectible.

     Construye desde el cimiento, pero sin perder de vista el resultado de remate, la base bien entendida desde la sensatez puede resultar tan duradera y firme, que ningún viento irónico sin escrúpulos podrá derribar la ilusión y la esperanza.

     Es la puerta lateral la que nos posiciona siempre entre las dos vías del bien y del mal, ese dilema eterno de lo correcto o lo incorrecto, debemos tener en cuenta la posición exacta en la que nos colocamos con el fin de decidir con sabiduría[…]”

Fragmento de: “CALEIDOSCOPIO”. iBooks.

martes, 17 de enero de 2017

CADA AÑO NOS FIJAMOS CIERTAS METAS




     Comenzó el año 2017 lo que nos indica que el 2016 ha quedado atrás, hasta aquí todo claro y lógico. Para visualizarlo tenemos las agendas electrónicas o de papel y los calendarios.

     En general al cambiar de año se hace un descanso de unos días, donde se planifica aquello que haremos en el nuevo año. Hay quienes a esto lo llaman fijarse metas, otros simplemente marcarse objetivos.

     Pero reflexionando claramente vemos que la vida sigue adelante, con los mismos problemas de ayer a resolver hoy y que por más que nos fijemos metas siempre tendremos que tener presente el sentido común, la responsabilidad, la realidad en la que vivimos, y algo que no es tan fácil de entender pero nunca se debe perder, la ilusión.

     Esa ilusión con la que nos levantamos cada mañana para afrontar el nuevo día, y que hace además que estemos siempre dispuestos a ver las cosas de distintos ángulos para buscar la solución o la acción mas correcta en cada situación.

     No creo en la pasividad ante ciertas acciones que nos marcan el camino a seguir, no sin antes intentar agotar, desde el razonamiento, todas la medidas que favorezcan la concreción positiva de dichas acciones.

     Somos parte de una sociedad y como ciudadanos responsables debemos actuar, no solo por nosotros, sino buscando la mejor manera de interactuar con el entorno social de una manera positiva y enriquecedora.

     Por eso fijarnos metas a comienzos de año es simplemente revivir esa ilusión de alcanzar objetivos claros que nos hagan sentir bien, y en general eso nos muestra lo vulnerables que podemos llegar a ser ante quienes tienen sus metas fijadas a largo plazo y no se mueven de sus posturas hasta alcanzarlas.

     Están en esa misma sociedad que compartimos pero lejos de adaptarse se centralizan en si mismos resquebrajando ya sea consiente o inconscientemente la ilusión de quienes no piensan o sienten igual.

     Hay quienes por otra parte piensan que debemos marcarnos pequeños objetivos cotidianos y  al concretarlos estaremos en condiciones de seguir marcándonos otros y otros, pero que en el tiempo no signifiquen un desgaste o una preocupación, al contario deben hacernos sentir bien.

     Cuando hoy el mundo nos exige rapidez al momento de tomar decisiones, ya que nos da todas las herramientas para ello, debemos hacer un alto y meditar, tomarnos nuestro tiempo para decidir, de esa manera el mensaje que estamos enviando al resto es que siempre hay un tiempo de reflexión y que lo tomaremos siempre que la situación lo amerite.

      Porque quienes han fijado sus metas a largo plazo querrán que tomemos decisiones rápidas, convirtiéndonos en una parte de sus herramientas para alcanzar sus logros.

     No debemos ser arrastrados ni manipulados sin nuestro consentimiento, hecho que por otra parte no creo que haya nadie que lo acepte de manera racional o con conocimiento de que ello esta ocurriendo.

     En la vida debemos quemar etapas, seguramente algunos podrán hacerlo en tiempo y forma y a otros les habrán cortado la posibilidad de hacerlo, por eso las metas u objetivos siempre nos indicarán que estamos en el camino que hemos elegido, ya sea en el acierto o en el error, eso ya nos lo indicarán cada una de las metas que alcancemos y logremos concretar.