jueves, 14 de octubre de 2010

Las redes sociales y los adolescentes

    

     Aunque parezca mentira las redes sociales son, a día de hoy, uno de los lugares más seguros de Internet.

     Es cierto que ha habido numerosos problemas de privacidad, pero hay ciertos contenidos que son casi imposibles de colgar en una red social, y que, sin embargo, son relativamente fáciles de ver en otros sitios de Internet. La seguridad de las redes sociales funciona a través de lo que se conoce como “inteligencia de las masas”.

     Cualquier contenido que se publique en una red social es susceptible de ser denunciado mediante un sólo click. Al lado de cada foto o comentario en las redes sociales aparece el botón “denunciar”.
Tanto Facebook como Tuenti tienen personas trabajando exclusivamente para analizar estas denuncias de forma inmediata, y ver si son o no procedentes.

     Los contenidos más peligrosos de la red, como la pornografía infantil, son totalmente ajenos a las redes sociales.


    Otro tema bien distinto es la privacidad. Si bien los responsables de las redes sociales pueden eliminar de la red, en cuestión de segundos, cualquier contenido ilegal, no pueden hacer lo mismo con el material perfectamente lícito.

     Bajo su propia responsabilidad el usuario puede publicar la información que le venga en gana, desde su dirección, su número de tarjeta o los días en que está de vacaciones. Por eso es muy importante que los adolescentes tengan claro que información personal no pueden publicar, y aquí entra en juego el sentido común.

     Publicar algo en la red, por mucho que estén todas las opciones de privacidad activadas, es como poner esta información en un tablón de anuncios de la calle: todo el mundo puede tener acceso a ella.

     Esto es algo que, en general, los adolescentes tienen muy en cuenta, pero no está de más recordárselo de vez en cuando. La gran mayoría de los conflictos derivados de la privacidad en las redes sociales llegan cuando alguien cuelga un contenido de otros sin permiso.

     Los adolescentes deben saber que cualquier foto o vídeo que publiquen en Internet pasa a ser de dominio público en ese mismo instante.

     Por mucho que los contenidos sólo puedan ser vistos por nuestros amigos cualquiera de ellos puede copiar la foto y publicarla en otro sitio, mandarla en un correo, o simplemente publicarla en su perfil, que puede no tener la configuración de privacidad que nosotros queremos.

     Para evitar esto sólo hace falta seguir una máxima, que se debe enseñar a los adolescentes, no publicar nunca información de otros sin su consentimiento. Además de esto es recomendable proteger el perfil al máximo mediante las herramientas que nos ofrece la propia red social. Las opciones de máxima seguridad no suelen venir activadas por defecto.

     Si vuestro hijo acaba de cumplir 14 años, y va a abrir un perfil en una red social, lo más conveniente es que le ayudéis en el proceso de registro, para enseñarle que configuración es más adecuada, y la más adecuada es siempre la más segura.


Este artículo ha sido esxtraído de la revista Padres y Colegios

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